Lo sencillo en un blog cuya razón de ser es estudiar la hipertextualidad, por orden de MLOL, sería empezar colocando un enlace hipertextual...
Por eso, como buen aprendiz de formalista ruso, vamos a empezar por todo lo contrario.
http://desconvencida.blogspot.com/2006/06/centauros-del-desierto.html
'desconvencida' es para mi una absoluta desconocida. Pero su perfil es una foto de Louise Brooks y le gusta John Ford. ¿Y qué más puede importar de una absoluta desconocida?
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2 comentarios:
La hipertextualidad en la música siempre me la tomé como una Jam session donde los músicos comienzan sin saber a dónde llegarán y el público participa con palmas, silvando, bailando... etc. O como una sesión de micro abierto de Hip Hop donde cada uno es partícipe en su manera del propio espectáculo con lo cual se diluye toda figura de autor, de tema incluso y de concepto de final pactado.
Un saludín
Para mi la hipertextualidad en la música es por ejemplo querer escuchar el disco "Making Movies" de Dire Straits y que me prima ponga la televisión para ver-escuchar la última novedad de los programas de figuras televisivas "Fama". Le pido que baje la música, que cambie de canal. Viene mi tío y lo hace él. Se pone a ver el fútbol. Cada cinco minutos mi prima y mi tío cambian a su canal preferido, con alguna que otra sesión de publicidad. Es como en el patio del colegio cuando eramos unos críos. Yo sigo con Mark Knoplfer y con la tele. No me importa lo que digan en Fama ni los locutores de la tele. Ellos tampoco prestan atención a lo que dicen en la pantalla. Mi prima canturrea el último tema de la cara A. Mi tío, mueve la pierna cruzada de arriba a abajo, como si le siguiese el ritmo a la guitarra del bueno de Knopfler. Ninguno de nosotros se marcha y lo que en principio quería ver o escuchar cada uno, lo hace acompañado de otros sonidos e imágenes. Y no pasa nada. Cada uno recibe lo que ha venido a buscar a la sala y acepta a mayores otros mensajes añadidos. Nada de lo que han elegido los otros pasa desapercibido. Puedes cambiar de canal, apagar la música o marcharte. El no hacerlo es tú elección. Maldita sea! Hasta aquí me ha hecho reflexionar el puñetero hipertexto!.
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